domingo, 6 de junio de 2010

EVOCACIÓN

A don Antonio Machado

De niño navegué en su proa
bajando acantilados
subiendo olas brumosas
y mis pensamientos
ricos reservorios salitrosos.
Ahora que solo observo
el perfil de los veleros
el mar se rinde a mi visión.
Mañana porque no quiero hoy
miraré las velas que me dicen
súbete al mástil y divisa
que la tarde se hunde en alta mar.
Mas yo temeroso
no volveré jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario